LAS REVOLUCIONES CIENTÍFICAS:
UN
CAMBIO EN LA VISIÓN DEL MUNDO
Poco duraría
la ciencia si no fuera por esos científicos, los más jóvenes y creativos,
tolerantes del derrumbamiento científico, que, embistiendo con una teoría
nueva, edificarán y ordenarán una nueva tradición científica. Esa lucha que Kuhn denominó tensión
esencial, acabará con el paradigma anterior.
La teoría kuhniana del cambio
científico ocupa un sitio estratégico en la transformación que sufrió la
filosofía de la ciencia a partir de los años sesenta. Este físico y filósofo
norteamericano introdujo en el análisis epistemológico el aporte de otras
disciplinas como la historia, la sociología y la psicología. La ciencia es
presentada por Kuhn como una estructura cognoscitiva dinámica que surge y se
desarrolla dentro de un contexto histórico-social, un paradigma, constituido
por un conjunto de valores cognitivos que dependen de la comunidad científica.
Esta propuesta, casi desde su origen, se tomó como una clara confrontación a
las convicciones filosóficas del positivismo lógico y el racionalismo crítico,
abriendo el debate epistemológico que dominó la filosofía de la ciencia durante
la segunda mitad del siglo XX.
La naturaleza de
las revoluciones científicas
Kuhn compara el carácter revolucionario de la ciencia con
las revoluciones políticas. Durante las revoluciones políticas, la sociedad no
reconoce ninguna estructura institucional como capaz de poner fin al conflicto,
y en estas circunstancias las mismas estructuras en competencia deben acudir a
la persuasión de las masas, e incluso a la fuerza para conseguir el dominio. La
posición de Kuhn encierra una importante crítica al cientificismo, que
considera la ciencia como el único medio para alcanzar la verdad definitiva
acerca del mundo. Sin embargo, para poder afirmar la incapacidad de la ciencia
de alcanzar la verdad absoluta sobre el mundo real, Kuhn elimina la natural
aspiración de la ciencia a alcanzar un conocimiento objetivo del mundo,
sacrificando de esta manera el carácter teleológico y finalista del
conocimiento científico. Bajo esta perspectiva se niega a la investigación
científica su carácter gnoseológico fuerte, y se la deja en un nivel puramente
instrumental o pragmático.
Kuhn presenta la ciencia como una estructura cognoscitiva
elaborada por una comunidad de especialistas en la que interactúan teoría y
experiencia dentro de un marco histórico-sociológico amplio, en el que se forja
la experiencia, a la vez que construye la ciencia. Pero este análisis se queda
en el plano socio-psicológico sin llegar a establecer un status ontológico, lo
que da lugar a que se la interprete como una especie de subjetivismo
comunitario, que impide hablar de la ciencia como de un modo de conocimiento
objetivo.
La teoría kuhniana y en concreto su noción de
inconmensurabilidad ha dado lugar a una serie de preguntas, que han orientado
el debate epistemológico contemporáneo, dando un nuevo impulso a las
discusiones sobre el realismo científico. Esta tesis no sólo ha obligado a
repensar los problemas metodológicos de contrastación y elección de teorías,
sino que ha contribuido a renovar la reflexión sobre la racionalidad
científica, alimentando también otra gran línea de cuestiones filosóficas sobre
la ciencia: los problemas ontológicos y semánticos. De allí que la
inconmensurabilidad se haya convertido.
http://es.scribd.com/doc/161474837/Las-Revoluciones-Cientificas-Articulo
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